miércoles, 11 de septiembre de 2024

La Tierra y la Gran Batalla Final




Nuestro planeta fue en muchos aspectos, un punto de encuentro y refugio para diversos grupos dentro de diversas etapas de la gran Rebelión, e incluso se está repitiendo nuevamente esta situación en nuestro actual contexto, pues las antiguas almas que provocaron las grandes batallas y la corrupción del espíritu y de la consciencia se encuentran encarnadas en la Tierra y poseen sus conexiones vía Umbral y las siete infradimensiones. Así, la Tierra es un punto estratégico que se conecta con el pasado lineal y con realidades paralelas de importante magnitud en la experiencia de millares de seres encarnados en nuestra actualidad. Cuando la gran Guerra explotó dentro del perímetro de las proximidades de las tres Marías y de los principales mundos de nuestra constelación de Satania (Orión), la Tierra sirvió de punto neutral y escondrijo para muchos grupos. Ellos no sabían que la Tierra había sido elegida como mundo de exilio por el plan mayor.

En verdad, existía un Comando espiritual que dirigía millares de refugiados y seres hacia la Tierra por diversos motivos, no sólo por estar en la ruta comercial de la Federación y de las Casas de Comercio, sino por el hecho de estar orientados en su ser íntimo para radicarse en la misma, tal como otras almas en el pasado habían recibido ese tipo de mentalización o intuición en relación a Capela, Tau Ceti, Boronak, y los otros mundos que servirían de base a los futuros mundos hospital de la Confederación, donde una delegación de Maestros Ascendidos debería hacer un gran trabajo como Avatares y líderes espirituales y políticos, rescatando el aspecto divino de esas humanidades perdidas en su ego y en su propia dualidad y tinieblas de ignorancia, hacia el universo mayor del Creador y de la Fuente Suprema.

Cerca de 22 razas estelares envueltas con las cuestiones políticas de la Rebelión acabaron por dejar su herencia en la Tierra. Por otro lado la contribución indirecta para la formación del arquetipo terrestre humano, con un DNA más perfeccionado y pleno, con relación a los moldes originales de otros grupos estelares, fue de cerca de 315 razas estelares.

En verdad la Tierra ya estaba predestinada a su destino mucho antes de ocurrir todo eso, pues en las altas esferas, las realidades potenciales de las acciones de cada hijo habían sido contabilizadas. La Tierra posee muchos nombres, conforme a la realidad consciencial, como ya referí. Para la Confederación su nombre es Urantia (Uranchia), para Benítez y para la Federación es Chan, además de otros nombres relativos a otras culturas en diferentes épocas de la historia de este magnífico planeta cristico femenino.

Además de este hecho ligado a las esferas mayores, muchos aspectos kármicos de la Gran Rebelión fueron trasmutados en los 37 mundos de exilio, y la Tierra tuvo una tarea importante en determinados parámetros y frecuencias, directamente ligadas a las esferas internas de la Fraternidad Rosa de Orión y del cuadrante de Sirius, en relación con la Conversión de Antares y las disputas políticas en Sirius Beta y Pethafos, que interactuaron en muchos aspectos en la dualidad de millones de seres del cuadrante de nuestro sistema solar, que forman parte directamente del campo gravitacional de Sirius Alfa y Toliman, que son las estrellas más próximas físicamente de nuestra estrella Monmatia o Sol.

La Tierra participó en la gran batalla y algunas de las razas estuvieron aquí presentes con elevada tecnología. Actualmente esas razas son intraterrenas. Cuando estuvieron en esa batalla escogieron el lado de la Federación, directamente ligadas a la energía de Betelgeuse y de Sirius, formando una importante conexión cabalística y astrológica con esos grupos estelares, como nuestras pirámides y la esfinge muestran.

Existe una gran herencia de los conflictos del pasado relativa a la gran Rebelión, dentro de nuestro ADN adulterado. Forma parte de nuestra memoria cuántica referencial de nuestro pasado como almas. Tenemos mucho para transmutar y perfeccionar en nuestro proceso de dualidad experimental y encarnacional desde el primer momento en nuestra galaxia. Cada uno de nosotros encarnó en diversas realidades en la línea temporal y dimensional, no sólo en la Tierra, como una gran mayoría cree, sino en otros mundos más antiguos que la Tierra. Nuestro Yo Superior viene coordinando ese proceso desde hace algunos miles de millones de años de nuestro sistema de medida, algo muy por encima de nuestra comprensión terrena.

Los grupos terrestres que participaron en la gran batalla, aliados a la Federación, actuaron cerca del portal de Rigel, en la confrontación de Antares, en las inmediaciones de Sirius Beta y Toliman (Alfa Centauro), cuando las flotas imperialistas de Antares, Shaula, Al Niyat y Draconia, invadieron el espacio de esos mundos, en una batalla que duró políticamente mucho tiempo e hizo un gran estrago a nivel de consciencia, además del propio enfrentamiento militar.

La flota terrestre compuesta por naves espaciales de tecnología media y largo alcance, reunía cerca de 3700 unidades dirigidas por Calibur, que fue el antecesor de Caligasto como Príncipe Planetario. Este último fue corrompido e hizo un pacto con Satán y otros de su equipo, lo que colocó a la Tierra en la lista de mundos rebeldes, posteriormente a la participación en la guerra a favor de la Federación y en socorro de Sirius y del pueblo humano de ese sistema.

La cuestión de Caligasto ocurrió cerca de 123 mil años después de ese hecho militar de la Tierra junto a Sirius y sus mundos vecinos. Calibur acabó pereciendo en esa batalla y en otras esferas se tornó en uno de los impulsores de la creación de mundos intraterrenos, para proteger a las razas más evolucionadas de la violencia sangrienta y venganza de los grupos que invadieron la Tierra hace cerca de 475 mil años, de nuestro sistema de medida, perturbando el proceso selectivo y evolutivo del planeta, donde las razas doradas y plateadas desarrollaban pleno contacto espiritual con la más elevada energía Crística.

En verdad una fuerte batalla espiritual fue trabada en la Tierra después de su participación en el conflicto de Sirius y Toliman. Algunas de nuestras divinidades consideradas como siendo la energía de Dios Absoluto, en diversas religiones y líneas de las razas terrestres, son esos Angeles Caidos, que en realidad vinieron refugiados de esa gran batalla. Otros tenían planes de aprisionar la Tierra y la raza humana, que poseían almas provenientes de esferas más elevadas, colocando así un obstáculo en el proyecto avatárico de Micah, según el enfoque limitado de esos Angeles Caidos.

Actualmente gran parte de esos Angeles Caidos se encuentra en Marte y en nuestra Luna, una parte ya fue extraditada hacia el Consejo Karmico, y otra encaminada hasta el planeta Herculobos. Sin embargo son las almas encarnadas en la Tierra, en la especie humana, que ocupan lugares privilegiados en nuestra economía, que todavía sustentan el plan de las tinieblas, haciendo oposición a los Maestros de Luz, según el protocolo de ellos, que tiene relación con los Protocolos de los Sabios de Sión, que como ya dije, es un libro prohibido que posee un origen dudoso y también incriminador para los sionistas y otros grupos bancarios del mundo actual.

Esas ciudades intraterrenas están, en parte, subordinadas a la Orden de Esmeralda y de Santa Amatista, que a su vez posee representación importante en las ciudades de Shambala, Agartha y la Ciudad de los 22 Rayos, además de las conexiones con la ciudad de los siete planetas, en la región andina de América del Sur. Las ciudades intraterrenas ligadas a ese episodio terrestre están situadas en Asia y en América del Norte, a una profundidad media de 43 kilómetros.

Todavía esas ciudades ya se subdividieron en cerca de 23 ciudades satélite y centros operacionales, que obran entre 3ª y 5.5, en nuestra escala dimensional. Las bases físicas son las primeras y algunas todavía son utilizadas teniendo connotación directa con muchos avistamientos de naves en los casquetes polares, en especial en el del Norte, además de muchos avistamientos de discos y objetos extraños en la región del norte del Tíbet, India, Sumatra y Siberia, donde existen bases operativas, que son utilizadas, algunas, por las tropas de élite del Siniestro Gobierno Secreto.

La participación de la Tierra en ese conflicto la colocó en el escenario estelar y en un peligroso juego de poder, que ya había sido trazado mucho antes, desde el incidente de Maldek en nuestro sistema solar, hace mucho tiempo. En otras épocas la Tierra, ya ocupó una posición destacada en la política sideral de nuestro cuadrante, como una base, centro político y escuela de consciencia, ligada a nuestra antigua Raza Dorada, y a las antiguas razas que fundaron la realidad material de este planeta.

Nuestro planeta en otras dimensiones es una gran estrella de sabiduría y referencia del trabajo Cristico de millares de servidores por el amor incondicional, que oportunamente abordaremos en la historia de este maravilloso planeta de luz y consciencia.

Nuestra participación dentro del contexto de la gran Rebelión sirvió como punto de partida para la invasión de la Tierra y para estructurar la tentativa de unificación del proyecto de portales estelares con todas las razas de nuestro cuadrante, donde se intentó unir esfuerzos con los Dracos y sus servidores, para así cancelar los conflictos y las guerras, más eso no obtuvo éxito debido al ego y la corrupción existente en la mayor parte de las razas inmaduras del contexto que estamos abordando.

En nuestra actualidad energética, parte de esos seres ya adquirieron la necesaria madurez para desarrollar un trabajo conjunto de esa magnitud, sólo falta que la humanidad entre en esa vibración.

Un aspecto interesante de la participación de esos terrestres en la gran batalla fue que esos seres empleaban mucho la capacidad sensorial y poderes mentales para alterar las condiciones de la materia con la fuerza mental, superando así muchos aspectos de la tecnología de los enemigos. Incluso con una tecnología espacial inferior, ellos superaban a sus oponentes con el poder espiritual de controlar los elementos y átomos.

En efecto, ellos fueron responsables de muchas derrotas de las tropas de élite en sus acciones asesinas, convirtiéndose así en una leyenda, de seres que sirvieron por amor a la causa de la paz. En muchas oportunidades esos seres han ayudado a evitar grandes catástrofes en nuestra sociedad terrestre. Son federados y confederados, han hecho trabajos de ayuda a la Fraternidad Blanca desde entonces y todavía han llevado la palabra y la energía de Sanat Kumara hasta muchos mundos más allá de la Tierra, después de aquella gran Batalla.

Cerca de 129 caballeros de mucha luz fundaron la “Sociedad de la Estrella Escarlata” ante la Federación, y viven en el espacio en grandes bases estelares como la de Arkenius, dando continuidad a su propuesta de amor y sublimación de la dualidad por medio de una reforma interior. Ayudaron a fundar muchos de los parámetros del Kardecismo, actuando inclusive como mentores espirituales vía mediumnidad y también trabajan dentro de la esfera de nuestros Orixás en la cura y limpieza planetaria.

Un aspecto interesante fue que, con la participación de la Tierra en ese contexto, se creó una realidad paralela, donde la Tierra posee otra realidad bien distinta, en la que es un foco federado de mucha importancia en la cuestión de política sideral, debido al hecho de haber conseguido bloquear la acción nefasta de Caligasto, que vendió la Tierra a las fuerzas siniestras de Satán y Toalk.

Así en esa otra realidad, la Fraternidad Blanca trabaja directamente como un gobierno espiritual, donde no existen religiones, sino la consciencia de luz y del plano espiritual, como un complemento a la experiencia ascensional de cada encarnado. En esa realidad, la Tierra y su sociedad habitan ya la dimensión de 5.8 y está orbitando próxima a Sirius, dentro de un campo magnético de Alfa y Omega y de Júpiter. Es una estrella acoplada a nuestro Sol, generando así un sistema de cinco soles entrelazados. Esa realidad está conectada a algunas personas y Maestros, y forma un punto de equilibrio con nuestras infradimensiones del Umbral que referimos antes.

Cuando se dio la gran Guerra, la Tierra sufrió muchas invasiones y la mayor parte de los refugiados creyó que era un nuevo paraíso, donde se podrían esconder del Consejo Kármico espiritual y dar continuidad a su saga contra la Federación. Así como nuestra América Latina fue, en gran parte, colonizada por esclavos, asesinos amnistiados de Europa y en general con un grado humano de bajo calado, como nuestros registros históricos lo demuestran bien claramente, la Tierra recibió personas y razas humanas y no humanas de esa misma naturaleza, personas con un bajo patrón vibratorio, lo que explica la facilidad con la cual fue contaminada, además de la participación negativa de Caligasto, que vendió la Tierra, como ya dijimos, por intereses personales.

De ese modo nuestro planeta fue acometido por etapas vibratorias muy perturbadas, derivadas de la gran guerra y proceso de exilio y de refugiados escondidos en la misma. En ese proceso se construyeron las realidades paralelas de las 7 infradimensiones del Umbral, que se conectan con otros planetas, donde Anagora es el punto de sustentación de ese universo inverso si consideramos algunos aspectos dentro de la mecánica cuántica de su naturaleza energética. Ese aspecto de nuestra dualidad forma parte del lado oscuro, que cada uno de nosotros carga consigo en su proceso de maestría y perfeccionamiento de negatividad molecular que fue plasmada en nuestro proceso encarnacional en el discurrir de los hologramas en Nebadón.

Cuando los representantes de la Tierra participaron en esa guerra y optaron por confrontar las fuerzas del Anticristo Anhotak, pusieron a la Tierra en evidencia como la patria de una super raza en el aspecto espiritual, con un DNA por encima de los patrones convencionales, donde el grado espiritual estaba por encima de los patrones convencionales, por haber plasmado ya experiencias en las realidades dentro del universo Teta.

En verdad cada ser humano de la Tierra era un hijo Creador en potencia, que, al mismo tiempo era un oponente de Anhotak y sus equipos, por tanto, representaban un obstáculo que tenía que ser destruido o sojuzgado a cualquier precio. Así la Tierra y su humanidad fue colocada en el punto de mira de las prioridades de Anhotak, pues constituían un grave riesgo para los planes de los egrégores anticristicos.

Imaginen un planeta entero de Maestros Ascendidos, con una población de más de 12 billones de maestros, plasmando el aspecto Cristico universal, ese foco revolucionaría por completo las realidades físicas y espirituales, en el aspecto holográfico encarnacional, algo que colocaría sus planes en derrota, antes de haber sido implantados.

Entonces fue partiendo de ese principio que las fuerzas tenebrosas invadieron e hicieron todo para modificar el DNA y otros aspectos de la humanidad de la Tierra, decretando una persecución de la raza humana en la galaxia durante millares de años. Todos jugaron una partida que todavía está en pleno movimiento y aspectos críticos están ajustándose para ambas realidades de luz y de tinieblas, pues la energía está más acelerada y nuevas exigencias están siendo plasmadas para ambos lados.

RODRIGO ROMO & VORONANDECK SHTAREER

Este Texto es parte integrante del libro “Vientos de Orión” de Rodrigo Romo. Posee derechos de autor reservados.

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