jueves, 8 de octubre de 2020

Una tierra basada en el corazón


Canalizado por Pamela Kribbe
Queridos amigos, soy María Magdalena.
Soy tu amiga y tu hermana y estoy conectada contigo de manera humana y divina.
Yo fui un ser humano como tú, y sé lo que es estar atrapada en los altibajos de la vida humana, de las emociones humanas. Y aunque parezca tan difícil cuando sucede, luego eso le aporta una gran cantidad de conocimiento y experiencia al alma. Entonces, aunque ya sé que de vez en cuando condenas la vida humana, por favor, date cuenta de que tu alma aprecia cada momento de tu vida terrenal. Y eso es porque, al atravesar esta experiencia que te brinda una sabiduría y conexión tan profundas con la vida, cuando sales de ella y vas más allá de esta caja de espacio de tiempo en la que te encuentras, la atesoras profundamente.
La razón por la que estás aquí es porque tu alma está viajando. Ya has estado en la Tierra muchas veces. Te estoy hablando como al compañero de Luz que eres, como a un alma trabajadora de la Luz. ¿Y qué significa eso? Pues significa que, en tu evolución como alma, vas más allá del nivel del miedo, más allá de la conciencia basada en el ego, hacia una conciencia del corazón.
En tu etapa de evolución como alma, estás trascendiendo el nivel personal, el nivel de tu historia individual, tu drama, el karma, la red y la dinámica de las energías en las que has estado sumido. Estás trascendiendo ese nivel a un nivel de libertad que también puedes llamar el nivel del corazón. Y en ese nivel de libertad, puedes canalizar la energía de tu alma divina hasta ese lugar llamado Tierra y también hasta la conciencia colectiva de la humanidad.
En el momento en que abres tu conciencia y vas más allá del miedo, más allá del drama particular, de tu historia personal, entonces te conviertes en un trabajador de la Luz. Te conviertes en un canal de energía que trasciende el nivel personal y que te reúne con toda la humanidad y con tu propia esencia, es decir, con lo que realmente eres.
Este es un momento liberador para el alma, un momento que todos anhelan. Y la mayoría de ustedes están en medio de este proceso. Con un pie, todavía estás en una realidad basada en el miedo y en el ego y con el otro pie ya estás en una nueva tierra, en la Nueva Tierra, una tierra de libertad, una tierra de conocimiento, de sabiduría… Y ahora estás luchando por mantener el equilibrio.
Lo que ocurre en una crisis como la crisis del corona que está sucediendo ahora, es que te obliga a elegir. Cuando no es mucho lo que sucede en tu vida, cuando se trata de una vida gris, por así decirlo, puedes mantener un pie en la tierra basada en el miedo y el otro pie en el reino basado en el corazón. Pero ahora tienes que elegir. Puedes estar completamente absorbido por el miedo, el instinto de supervivencia y también el miedo a la tristeza y el dolor de otras personas y entonces sentirte abrumado, o puedes enraizarte y centrarte en tu conciencia basada en el corazón que ya ha despertado dentro de ti.
En realidad, tú, como el alma trabajadora de la Luz que eres, te abriste a este nivel de conciencia hace ya muchas vidas, ya estás familiarizado con el amor y la sabiduría, con la conexión que hay en tu interior. Todo eso ya se ha convertido en parte de tu experiencia. Lo que sucede es que no lo tienes presente porque eres absorbido por tus propios miedos o por los miedos y penas de los demás o por la conciencia colectiva en su conjunto, que puede llegar a deprimirte debido a su negatividad.
Hoy quiero decirles que, de alguna manera, lo que sucede ahora puede acelerar su evolución, su transformación en la conciencia basada en el corazón. Y te pido que inhales profundamente e imagines que cuando exhalas, sueltas toda la energía e información basada en el miedo que está nublando tu percepción y tu campo de energía. Respira de la Fuente de Amor que hay dentro de ti, de la pureza de tu corazón que ya ha despertado. Respira de ella y sumérgete en ese flujo de vida puro, divino y encantador.
Permite que esa energía purifique tu campo energético y que suavemente desplace esas energías que se basan en el miedo, en la lucha, en una sensación de falta y de pérdida. Recuerda que tú eres un ser divino y que estás más allá del espacio y del tiempo.
Cuando hablo de tu corazón, no estoy hablando de un órgano físico. Estoy hablando de tu esencia, de tu verdadera sabiduría, del ángel que hay dentro de ti. Ese ángel está ahí ahora mismo, a tu lado. Así que conéctate con ese ángel. Siente su luz; es tan gentil, cálido y amable, y no tiene ningún miedo. El ángel que hay dentro de tu corazón tiene alas; permite que ese ángel despliegue sus alas a tu alrededor. Mira cómo las alas del ángel rodean tu cuerpo y siente cómo te protegen y mantienen viva tu luz interior.
En este momento, la humanidad se enfrenta a una crisis global y yo quiero que te centres en ti mismo. Es posible que tengas miedos que se relacionen solamente contigo, sin embargo, veo que muchos de vosotros estáis muy preocupados por los demás, por vuestros seres amados. Y esto puede ser una trampa para ti. Es importante recordar que todos ustedes están profundamente integrados con su propia alma, lo que significa que, al final, cada cual recoge lo que siembra.
Hay una dinámica en la vida de cada individuo que crea eventos en su vida. La casualidad no existe. Cuando a las personas que amas les suceden cosas malas, procura controlar tu impulso de salvarlas. Apártate un poco y concéntrate mucho, no cedas ante el miedo que tienes sobre lo que les está ocurriendo. En cambio, penetra en el amor que tienes por ellos, esa clase de amor profundo y sabio que te pertenece como el trabajador de la luz que eres; no esa clase de amor que rescata a otro ser sin considerar dónde se halla realmente y cuál podrían ser el motivo y el significado de los desafíos a los que se enfrenta. Así que sé consciente, crea claridad a tu alrededor y conéctate con el alma de la otra persona y con la tuya propia y pregúntale: «¿Cuál es el significado de mi presencia en tu vida? ¿Cuál es mi contribución para ti?» Siéntelo desde tu corazón, y ya verás que la respuesta podría ser muy diferente de la que esperabas.
Cuando la orientación que ofreces a otras personas está basada en el amor, esa orientación no interfiere en la forma en que ellas construyen su vida. Esa guía es de una naturaleza más profunda; se trata de apoyarlos a nivel álmico, no de resolver sus problemas personales. Así que sé consciente de eso cuando conozcas a otras personas y seas testigo de sus problemas o de su sufrimiento. Ten claro cuál es tu papel. Tu papel es concienciarles de la presencia y naturaleza de su alma. Tu papel es abrir el puente o el canal entre su personalidad y su alma; entre la parte de ellos basada en el ego y la parte basada en el corazón. Muchas personas están en ese proceso, pasando de la conciencia basada en el ego a la conciencia del corazón.
Como almas trabajadoras de la Luz, ustedes son pioneros. Tú ya estás por delante de la conciencia de masas. Estás abriendo nuevos reinos, nuevas formas de sentir, de pensar y de ser. En esto, puedes ser un ejemplo para los demás. No se trata de que resuelvas sus problemas, pero sí puedes arrojar una luz diferente sobre ellos. Siempre serás más poderoso como guía y maestro cuando estés firmemente anclado a tu propia luz. No es sufriendo con los demás cuando prestas el mayor servicio. Al contrario, es cuando te mantienes firmemente dentro de tus propios límites y no consideras a los demás como víctimas sino como creadores de su propia vida. Es entonces cuando estás más empoderado y puedes servir de ejemplo para los demás.
En este momento, tu papel es aferrarte a la conciencia más profunda de Luz, Amor y Unidad que reside en tu interior y creer en el poder creador individual de cada ser humano. No veas esto como algo que haces a expensas de los demás. Es vital que te aprecies a ti mismo. Atiende y cuida tus propias necesidades. No tienes por qué llevar a otros bajo tus alas de ángel. Cuídate y abrázate con amor y amabilidad. Es así como te conviertes en un faro de luz brillante para los demás.
Con amor, María Magdalena

Dando tu esencia


Canalizado por Pamela Kribbe
Queridos amigos:
Soy Jeshua y estoy aquí como tu amigo de ideas afines, un amigo. Te extiendo mi mano como tu igual. No estoy por encima de ti, soy un amigo.
Me arrodillo ante ustedes porque son los pioneros en la Tierra. Estás creando espacio para que una nueva conciencia descienda a la Tierra, así que haz espacio para ti también. No tengas miedo de quién eres. Reconoce tu propia magnificencia; dentro de ti cuentas con ricos recursos del pasado distante.
Esta no es la primera vez que estás aquí en la Tierra. Has estado aquí muchas veces y también has viajado a otros lugares del universo y allí has ganado experiencia. Conéctate a la sabiduría que has acumulado en tu corazón a partir de todas tus experiencias. El corazón es el lugar donde todas las corrientes fluyen juntas como una y se unen en una luz que es a la vez suave y brillante. Conéctate ahora con su corazón; desciende con tu conciencia al área de tu pecho y siente la luz que allí se halla. Siente el poder de tu luz, a través del miedo y el dolor que se encuentra ahí, al cual también se le permite estar ahí.
Estás aquí en la Tierra, en esta vida, para curarte a ti mismo; para ser libre. Ese es el significado más profundo de tu vida en la Tierra: hacer un viaje a través del miedo e ir más allá. Para saborear la libertad de lo que realmente eres, libre del tiempo y el espacio, libre de ese cuerpo. Solo puedes adquirir verdaderamente esa libertad si te enfrentas al miedo, si te atreves a plantarte en el centro de ese miedo para permitir que se muestre tu amor. Esa es también tu tarea en este mundo, que no es huir del miedo, ni del mundo, ni de ti mismo, sino permanecer erguido y presente desde tu corazón en medio del miedo.
El miedo es la raíz de toda la negatividad que ves en este mundo. El miedo genera tensión en las personas y una sensación de amenaza contra la que debéis defenderos. De esa manera, las personas se cierran a sí mismas ante los demás. El miedo también conduce a la falta de confianza, por lo que cuando hay una sensación constante de inseguridad dentro de ti, no puedes desarrollar tu potencial. Construyes cercas, muros, que brindan una sensación de seguridad, pero esa seguridad es una ilusión. Te volverás dependiente de esos muros y vallas, pero tarde o temprano la vida se abrirá paso.
La verdadera seguridad proviene de estar conectado con tu centro más profundo, tu propia divinidad. Ese es el lugar donde sabes, te sientes, eres libre. Ya no tienes que convertirte en algo porque ya lo eres . Eres libre de viajar de una vida a otra. No estás atado a una forma, ni una personalidad, ni una determinada máscara o mecanismo de defensa.
Siente esa libertad en lo más profundo de tu ser. Eso es lo que deseas y lo que es bueno y natural para ti. Estás aquí para lograr esa libertad por ti mismo. Toda persona que hace eso, que viaja a través de sus miedos humanos y permanece fiel al amor, irradia una luz en este mundo que toca los corazones de los demás. Por eso os llamamos trabajadores de la luz, es decir, aquellos que difunden una nueva conciencia, que traen luz a un mundo de miedo con todos los excesos que acompañan a ese miedo.
Pero ser un trabajador de la luz significa que el trabajo esencial está en ti. Si la luz está en tu corazón, si te envuelven las llamas de la compasión, si puedes mirar tu propio miedo, tu propia oscuridad, entonces la luz fluye de tus ojos y a través de las palabras que dices, al mundo. Con tu forma de hablar y actuar, te conviertes en una luz viva. De eso también trata lo de ser un verdadero canal. Se trata de transmitir tu esencia, que es independiente de la forma, del tiempo, del espacio, y está libre de miedos y desconfianzas.
Toda canalización tiene como objetivo liberar esa esencia dentro de ti. Todos los guías que están contigo quieren cumplir ese propósito: que sientas la presencia de esos guías. Siente a los ángeles o energías de ayuda que están ahí para ti, aquellos que son adecuados para ti y quieren trabajar contigo, porque se trata de una asociación entre iguales. Esas energías de luz se reúnen en este espacio a tu alrededor. Siente cómo te mereces plenamente su energía, su sabiduría, porque tú eres el traductor, el constructor de puentes. Construyes una conexión entre su vibración y la de la Tierra, y puedes hacerlo porque eres sabio. Entiendes la esencia de su mensaje, pero al mismo tiempo estás conectado con el funcionamiento del mundo humano. Sabes cómo piensa y se siente la gente, cuáles son sus dudas y sus miedos, y por eso eres el traductor, el constructor de puentes. Puedes comprender la experiencia de otra persona porque tú conoces el miedo, la oscuridad y la duda que sienten los humanos dentro de ti mismo.
La sabiduría, los mensajes sabios, cobran vida, se arraigan realmente en el corazón de las personas si se sienten comprendidas y elevadas en un fluir de amor y compasión. La sabiduría que consiste solo en palabras o principios no se arraiga lo suficiente. Por eso tu trabajo es sagrado; no consiste simplemente en palabras. No es solo conocimiento lo que tú proporcionas, sino que tocas a otros en su corazón. Quieres que recuerden su propia divinidad, su santidad. Y cuando te amas a ti mismo con humanidad y calidez, creas un espacio sagrado allí dentro de ti, te inclinas ante ti mismo . No intentas cambiarte a ti mismo, ni permites que te moldeen en un ideal o un principio superior. No, eres tú mismo desde el interior del silencio, que no es un silencio vacío, sino un silencio lleno de comprensión.
Cuando alguien realmente te escucha, puedes sentir que todas las palabras que dices se entienden realmente. En un espacio que es común para ambos, que es íntimo, realmente te sientes visto, así que te vas a apreciar más. Es como si la otra persona te iluminara y, por lo tanto, se dejara que todo fuera como es: todo lo corriente y natural. Esa luz tranquiliza tu mente y crea esperanza y optimismo en tu corazón. Tu vida vuelve a tener sentido; el canal está abierto para que tu alma pueda fluir. Eso sucede en un encuentro sagrado entre dos personas cuando ambos reconocen abiertamente su dolor más profundo, las emociones más pesadas, sus dudas internas, y ambos las escuchan realmente. No es que desees que estas emociones desaparezcan de inmediato, ni que quieras ignorarlas o superarlas,
Estás aquí en la Tierra, en esta vida, para trabajar con esas partes oscuras dentro de ti y para viajar con ellas hacia la luz. Es precisamente en el camino a la luz donde esas parte oscuras cambian: el miedo, la ira, la resistencia se transforman en las más hermosas joyas, en sabiduría madura, en alegría, humor y verdadero conocimiento. Así que honra esas partes oscuras dentro de ti. Cuando te haces amigo de ellas, tu corazón también es un espacio abierto para otras personas. Ya no estás tan inclinado a juzgar lo que hacen o no hacen. Miras a los demás y, a veces, sonríes porque todo te resulta muy familiar. Y esa familiaridad crea la capacidad de escuchar y estar ahí como un puente para la otra persona.
Esa es también la relación que tienes con un guía, un maestro o un ángel del otro lado. Ellos quieren ser ese amigo que te escucha, y no de forma pasiva, sino viéndote activamente como eres. Eso es lo que los guías te brindan: quieren que seas consciente de quién eres realmente y de que puedes estar aquí tal como eres, con tus talentos únicos. Una guía te hace más grande, no menos. Todos ellos están a tu servicio y quieren ayudarte a alcanzar tu esencia divina. Y mientras haces eso, tu luz se esparcirá por la Tierra, y eso es algo evidente.
Finalmente, te pido que te abras y que te conectes con un guía o maestro que esté energéticamente presente contigo. No te esfuerces demasiado en sentir esa conexión; solo mira lo que hay ahí. Siéntete en paz contigo mismo. Estás bien como estás; no es necesario hacer nada para obtener su aprobación. Imagina que tu guía particular quiere decirte lo hermoso o hermosa que eres, lo puras que son tus intenciones. Siente la energía de la aceptación y el reposo. Si tus guías quieren regalarte algo, es eso: reposo . No tener que juzgar constantemente, ni tener un millón de dudas, sino saber que eres bueno tal como eres, así que relájate.
Recibe la energía de tu guía. Puedes sentir un nombre o ver una imagen o un color. Mantente abierto a ello. No descartes lo que sientes pensando que es simplemente tu imaginación. Atrévete a confiar en tu intuición y en lo que se presenta de inmediato sin pensarlo. Tu intuición habla el idioma de tu alma. Vuelve a confiar en lo que sientes.
Los saludo a todos con respeto y con amor en mi corazón.
JESHUA

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